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Nuestra voz bajo las bases Montessori siempre sabrá cómo guiar al bien.

Pasión… por nuestro hacer

Gabriela Ortega Esquivel

A propósito de una reflexión en la que me cuestioné sobre la importancia de trabajar con alegría, llegué a la conclusión de que lo expresaría más bien cómo trabajar con pasión…

La pasión va más allá de un momento alegre

la pasión envuelve todo tu ser

consciente e inconsciente

sin tiempo

se irradia

y llega a ser contagiosa.

¡Somos bendecidos quienes tenemos el privilegio de que nuestro trabajo nos apasione! En esta reflexión, comparto los siguientes aspectos que me parecen fundamentales para continuar en el camino de mejorar en nuestro hacer diario:

¿Pasión o conformismo?

Los niños sienten lo que les transmitimos. He tenido la oportunidad de observar a Guías Montessori apasionadas por su trabajo, y el sentir de su ambiente es distinto: lo respiras, percibes la energía, la actividad productiva, el ambiente solidario, participativo, incondicional y amoroso.

Debemos vivir la vida con pasión, trabajar con pasión y cultivar nuestro amor con pasión. Cuando ésta falta, empieza la resignación y el conformismo.

Somos servidores del niño

Ejercer con pasión nuestra labor eleva nuestro espíritu, porque guía nuestras acciones para producir, pensar y trabajar. La pasión es el impulso que te ayuda a alcanzar tu objetivo, es nuestra salvación y un signo de salud.

Se enseña con el ejemplo

Los niños absorben nuestras actitudes y conductas, y harán lo mismo, imitarán lo que ven: se trata de una absorción activa, minuciosa y constante.

María Montessori enfatizó muchas veces que la mejor preparación para la enseñanza es el estudio que parte del conocimiento constante de uno mismo, es la preparación que cada maestro deberá obtener.

 

Debemos insistir en la necesidad de que el maestro se prepare interiormente, estudiándose a sí mismo con constancia metódica; es preciso que logre suprimir los defectos, intrínsecos en él, que serían un obstáculo en sus relaciones con los niños”[1].

Vivir intensamente

Yo creo que no es fácil encontrar y mantener la pasión en nuestras vidas (trabajo, familia, amigos), pero estamos obligados a enfocar y vivir intensamente lo que nos emociona e ilusiona... y que nuestro corazón, un corazón apasionado, guíe nuestro destino.

Isabel Allende[2] nos dice que las personas simpáticas no son interesantes; sin embargo, aquellas que luchan apasionadamente —como lo hizo la doctora Montessori en relación a la defensa del niño, quien a pesar de la adversidad social que le tocó vivir como mujer en su tiempo obtuvo grandes logros— son las que trascienden.

La raíz significativa de la pasión

La palabra pasión viene del latín passio y del verbo pati, patior, que significa, sufrir, padecer, tolerar. Cuando descubrí su raíz me asombré, pues yo consideraba la pasión como algo positivo, profundo; después de reflexionar, llego a la conclusión de que en nuestro trayecto padecemos, sufrimos, pero en nuestras entrañas tenemos muy claro el objetivo y por lo tanto aceptamos, toleramos, nos adecuamos a las condiciones que se nos presentan buscando siempre la manera de alcanzar  nuestro objetivo y al final del proceso viene el gozo...

 

¿Creatividad o Rutina?

Vivir con pasión es estar, cada día, abiertos a la sorpresa, al asombro, al descubrimiento… Ser un adulto creativo, que siempre ve lo positivo de la vida y que está en permanente recreación….

María Montessori son dice:

“La Guía debe ser el espíritu de animación de la clase que despierta el interés mediante la enseñanza y le da sentido. Luego viene la libre elección y la repetición del ejercicio. El secreto es siempre presentar estas cosas de la manera más interesante posible y permitirle la libertad de escoger cuando el niño ha comprendido”.[3]

La Guía debe de pensar en su trabajo bajo tres ángulos:

El Niño,

El Adulto y

El Ambiente Preparado

Estos tres factores que interactúan unos con los otros, son la base de la Educación Montessori, si descuidas cualquier ángulo, no obtendrás el resultado deseado.

Debemos tener un AMOR REAL a los niños, ¿que significa esto?,

  • Conocer al niño profundamente en su proceso de desarrollo, ayudarlo, servirlo, y respetarlo.

  • Prepararnos para ser mejores Guías, leyendo, estudiando, asistiendo a pláticas, congresos, cultivarnos permanentemente.

  • Tener un ambiente con todo lo necesario: materiales completos, bellos, atractivos, armoniosos, recuerda que cada detalle habla de ti.

Amar es un arte, como bien lo escribe Erick Fromm en su libro, para amar se requiere de conocimiento y esfuerzo.

¿Qué tan congruentes somos con lo que decimos, sentimos y hacemos?

Congruencia, viene del latín coherencia o relación lógica. Se trata de una característica que se comprende a partir de un vínculo entre dos cosas o más.

¿Humildad o Soberbia?

La Guía debe ser humilde, como mencionó la Dra. Montessori, es una parte fundamental de nuestro trabajo, ella lo enfatiza cuando menciona que nosotros somos los sirvientes de los niños, no los amos.

Humildad viene de humus que significa tener los pies sobre la tierra.

La Dra. Montessori nos dice, que debemos luchar contra la soberbia, la ira y el orgullo, “pecados” que detienen nuestro autodesarrollo personal, profesional y espiritual.

Debemos aceptar la crítica fraterna ya que tiene un fondo de crítica constructiva, que nos ayuda a crecer y ser mejores educadores.

Sentido del Humor

Debemos tener sentido del humor, reírnos de nuestros errores, de nosotros mismos, mi Padre decía que  el humor “es la chispa de la vida”.

En Montessori los errores son nuestros amigos, y debemos asegurarnos de que los niños se rían TODOS los días.

Generación LIGHT

Estamos viviendo en una sociedad “light”, ligera:

  • Mínimo esfuerzo

  • Inconsistencia

  • Todo rápidito

  • Valores éticos perdidos

  • Ausencia de afectos y compromisos

  • Materialismo como fundamento

  • Ambición sin principios, etc. etc.

 

A modo de eco, ¡que vibre en nuestro corazón!

La doctora Montessori nos pregunta: ¿Qué mundo queremos?

¡Pongámonos a trabajar apasionadamente para cambiar nuestro mundo!

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Gabriela Ortega Esquivel,

AMI Primary Trainer Formación Pedagógica Montessoriana

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[1] “El Niño: el secreto de la infancia”.Editorial Diana, México, 1997, pág. 233.

[3] (María Montessori - Manuscrito Inédito, Londres, 1937)
 

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